Sobre el libro En la Luz de la Verdad


El Mensaje del Grial, de Abdrushin, es un trabajo extraordinario, cuyo valor no puede ser comparado a todos los tesoros del mundo. Si usted es un sincero buscador de la Verdad, la lectura del libro “En la Luz de la Verdad” puede ayudarle a encontrarla. Por muchos años hemos estudiado todos los tipos de religiones, filosofías, secretos y antiguas enseñanzas e intentamos unir todos los fragmentos de la Verdad que encontramos; pero nunca hemos conocido una fuente completa de conocimiento como  es la obra de Abdrushin. 

En el Mensaje del Grial, es posible encontrar lo que el ser humano ya intuye profundamente en su interior – la Verdad simple y profunda – de una forma clara y no destorcida. Mientras las otras enseñanzas requieren frecuentemente aceptación incondicional, aceptación ciega de ciertos dogmas, y fe sin la posibilidad de convicción; en el Mensaje del Grial podemos comprender todos los conceptos directamente y en su completa profundidad. Mientras religiones y filosofías frecuentemente contienen contradicciones, y mientras sus enseñanzas de ciertas declaraciones absurdas obligan a suscitar cualquier duda razonable, el libro “En la Luz de La Verdad” ayúdanos a unir el conocimiento parcial en un cuadro completo y, al mismo tiempo, remover acepciones incorrectas que impiden a nosotros alcanzar la conciencia espiritual. Aun en el más meticuloso examen del Mensaje del Grial nunca encontraremos una sola contradicción. El libro “En la Luz de la Verdad”, como ningún otro libro, permite la comprensión de cosas que otras enseñanzas solamente intentan expresar. Abdrushin deposita tan profundas Verdades en el libro “En la Luz de la Verdad” que cada Verdad podría ser amplificada en muchos libros.

Muchas veces, diferentes temas todavía están ocultos en ciertas disertaciones del Mensaje del Grial y usted solamente podrá obtener una comprensión completa después de leer con tenacidad las disertaciones posteriores. Luego, es importante leer el libro entero en la secuencia prescrita – frase por frase, disertación por disertación. No queremos decir nada más en estos momentos, porque encontrar la Verdad,  y reconocerla por la intuición del espíritu, es algo que cada uno tiene que hacer por sí mismo, es decir, nadie puede hacerlo por usted.

Esperamos que esta pagina web ayude a presentar a los lectores la obra de Abdrushin, “En la Luz de la Verdad – Mensaje del Grial”, y que también les permita examinar el libro, de forma independiente y sin influencia de otros individuos; luego que varios grupos y la media desarrollan su propia idea sobre el verdadero contenido y valor del libro.




Verdad simple


Abdrushin escribió que los conceptos de fuerzas buenas y malas todavía son interpretados equivocadamente, porque “donde hay dos fuerzas, tendría que haber también, lógicamente, dos soberanos; en este caso, dos dioses: uno bueno y otro malo.” Pero hay solamente una fuerza que perpasa todo aquello que existe, animándolo y moviéndolo. Dicha fuerza también fluye ininterrumpidamente a través del ser humano, que dirige la fuerza neutra de Dios a través de su voluntad y libre-arbitrio. De este modo, el ser humano administra eso en una dirección buena o mala.

Hace mucho tiempo Jesús ha dicho que un árbol bueno ofrece buenos frutos e un árbol malo ofrece frutos malos. Eso es semejante con la voluntad del ser humano – o su espíritu es elevado hacia la Luz, o tirado hacia bajo, para las profundidades oscuras – todo depende de cómo la persona trabaja la fuerza neutra de Dios. Voluntad espiritual, que en la realidad es igual a intuición, es de hecho algo que tiene la habilidad de administrar esa gran fuerza neutra.

Todo que el ser humano necesita para su desarrollo espiritual está contenido en esta Verdad simple y fácil de comprender. Abdrushin advierte el ser humano que él tiene que asumir completa responsabilidad por la forma que él elige utilizar su libre-arbitrio. Eso significa que el ser humano tiene que sufrir las consecuencias por todos sus pensamientos, palabras y acciones. Claro que no apenas durante este pequeño ciclo de vida terrena, pero también después del desenlace del cuerpo terreno.

Para una mayor comprensión y para que podamos ser capaces de utilizar sus palabras en la vida real, vamos ahora oír el propio Abdrushin:

“Vosotros, los que tan febrilmente soléis buscar el verdadero camino, ¿ por qué os empeñáis en tan ardua tarea? Imaginad en toda su sencillez cómo os atraviesa la pura Fuerza del Creador, y ved cómo la guiáis con vuestros pensamientos orientándola hacia lo bueno o hacia lo malo. Así hallaréis todo cuanto buscáis, sin fatigas ni quebraderos de cabeza. Tened presente que de vuestra sencilla forma de pensar y sentir depende que esa prodigiosa fuerza sea causa de bien o de mal. ¡Qué edificante o destructor poder os ha sido dado con ello!

A tal fin, no necesitáis esforzaros hasta que el sudor brote de vuestra frente, ni es preciso aferrarse a una de las denominadas prácticas ocultas para alcanzar, después de las más inverosímiles contorsiones espirituales y corporales, un grado cualquiera que no tendrá absolutamente nada que ver con vuestro verdadero encumbramiento espiritual.”

“Con pura alegría, considerad que, sin esfuerzo alguno, con vuestros sencillos y bienintencionados sentimientos y pensamientos, podéis dirigir la única y portentosa Fuerza creadora. Los efectos que ella produzca se corresponderán, pues, exactamente con la naturaleza de aquéllos. Ella trabaja por sí sola; vosotros no tenéis más que dirigirla. Eso puede hacerse con la mayor facilidad y sencillez. No es menester, para ello, de erudición alguna, ni siquiera saber leer y escribir. Esa facultad la poseéis cada uno de vosotros en la misma medida. Ahí no existen diferencias de ninguna especie.

Así como un niño que juega con un interruptor puede cerrar el circuito y dar paso a la corriente eléctrica, la cual produce enormes consecuencias, del mismo modo os ha sido dado poder dirigir Fuerza divina mediante vuestros sencillos pensamientos.”

(Fragmentos de la disertación: Responsabilidad, Abdrushin, En la Luz de La Verdad)

Contacto